martes, 1 de septiembre de 2009

La salida escondida

Otra vez estoy perdida
y ahora es una calle sin salida.
¿Quién hubiera dicho que así estaría?
Soñando con llegar y ser bienvenida.
De vuelta me encerré en un cuarto
y ahora ya he dejado a todos hartos,
de mis ideas y pensamientos baratos,
de mis cambios de humor a cada rato.

Sin querer fui abandonando,
a mi pequeño corazón acartonado.
Y él, ahora un completo desconocido,
va por la vida siendo un completo fastidio.

Ahora necesito encontrar una cara familiar,
alguien que me recuerde lo que era amar.
Porque otra vez estoy perdida
y ahora es una calle sin salida.

La gente me pregunta quién soy,
como puedo contestarle si no se de donde vengo
y tampoco se a donde voy,
no se lo que alguna vez tuve, y lo que ahora tengo.

Creo que hasta ni yo me reconozco,
y es culpa de aquél que se llevó mi razón.
Pienso que a todo lo que pienso lo otorgo,
¿Para qué quiero estar sola en una gran mansión?

Todo lo que era me fue abandonando,
y han dejado a mi corazón acartonado.
Y él, ahora un completo desconocido,
se fue y dejó en mi un gran vacío.

Ahora ya he encontrado una cara familiar,
pero, no me ha recordado lo que era amar.
Igualmente, ya no estoy perdida,
aquella calle tenía una salida escondida.

No hay comentarios:

Publicar un comentario