viernes, 21 de octubre de 2011

Pequeñas vueltas.

Hay una gran diferencia entre "estar" en este mundo, y "vivir" en este mundo.

miércoles, 19 de octubre de 2011

How many special people change?

Es entonces cuando estás en ese pequeño limbo. La decepción, pura y simple. Es sentir que algo no salió como quisiste, pero en este caso, no tuviste la culpa. No pudiste hacer nada ni podías. La decepción aparece cuando depositamos sueños, esperanzas, ideales en otra persona. Es solo responsabilidad de ella poder cumplirlas (a veces ni son conscientes de esto). A veces fallan, y no es tu culpa. Fuiste buena persona, hiciste bien, tal vez llegaste a rozar demasiado la inocencia; ésta es causa de la decepción. Tal vez corrimos y sin darnos cuenta una gigantesca pared, construída de cosas que en realidad nunca quisiste saber, se interpuso y chocaste. Te caíste. Ahora es cuestión de levantarse. Si hay algo para lo que sirve la decepción, es que ayuda a crecer, ayuda a cambiar el lente de las cosas; el trago es amargo, pero te hará bien a la larga.
Es triste también cuando ves que no puedes expresar ni el más mínimo enojo, ni reproche, ni capricho, ni llanto, ni nada. Es porque somos adultos. Estamos inmersos en el mundo real ahora, somos grandes y nos hacemos cargo de nuestras responsabilidades... pero ¡carajo! ¡No puedo evitarlo! No puedo evitar sentirme como una niña de 6 años que acaba de darse cuenta de que Papá Noel, los Reyes Magos, el Ratón Perez, todos esos eran en realidad sus padres. Lo peor es que ahora, al ser más grandes, es más serio. No se trata de personajes fantásticos, son cosas reales que hace gente real, gente a la que por un momento creíste de verdad.

sábado, 15 de octubre de 2011

Finding fear.

Lejos estoy de ser perfecta. Lejos estoy de agradar a todo el mundo. Mis sonrisas a veces cumplen el papel de máscara. Pero, después de todo, ¿de qué sirve gastar la vida en algo imposible? Soy así, perfeccionista y rebuscada hasta los huesos; ni yo me entiendo. Hay veces que tengo todo tan claro, pero luego caigo al mismo abismo oscuro del que había logrado salir. Mis ideas se confunden. Una vez que logré atraparlas, las muy pillas escapan y se esconden otra vez. Es una espiral decreciente. Tal vez estoy buscando algo que jamás voy a encontrar. Tal vez estoy tratando de solucionar algo que no puede ser. O es posible también, que no me haya encontrado a mi misma. Entonces digo ¿cómo pretendes encontrar tus ideas si no sabes ni quién eres? ¿Qué quieres? ¿A dónde quieres ir? A veces tengo miedo de no triunfar, de no ser lo que quiero ser. Tengo miedo de decepcionarme a mi misma. Y el miedo es el peor de las compañías. Paraliza, ciega, trauma y desespera. El miedo oscurece todo, y es porque está oscuro el hecho de que no veo lo que soy, no veo lo que debo cambiar... No puedo encontrarme.

lunes, 3 de octubre de 2011

Esta vez mi amor fue demasiado lejos. Todo es un sinfín de recuerdos viejos.

sábado, 1 de octubre de 2011

Construyendo un puente sobre un mar turbulento,
¿a dónde quieres llegar si te falta el aliento?