Indiferencia

Me da igual si es de noche o si es de día,

si estoy sola o si estoy en compañía,

si hay tristeza o estoy rodeada de alegría,

si hay inundaciones o si hay sequías.

Me es indiferente si es el mar o la montaña,

si es ayer o si es mañana,

o si no tengo puertas ni ventanas,

para escapar hacia una mente más sana.

Me da igual si es verano o si es invierno,

si estoy en el cielo o en el infierno,

si tengo o no problemas internos,

o si vivo de la verdad o vivo de los inventos.

No me afecta la decisión o la incertidumbre,

si estoy quieta o si escalo hacia las altas cumbres,

si es viernes o si apenas es lunes,

con lo que cenes o con lo que desayunes.

No me importa si es cerca o lejos,

o si está de más o se hecha de menos,

si me veo o no en los espejos,

y no me interesa si eso es malo o bueno.

Me da igual si es blanco o negro,

o si es muy lindo o muy feo,

si está rodeado de mentiras o si es verdadero,

si termina pronto o si es eterno.

Me es indiferente si lo aceptas o si te ofende,

si te importa o no lo que diga la gente,

si es cuerdo o tiene algún que otro problema en la mente,

si todo marcha bien o si tengo mala suerte.

No me afecta si es tonto o sabio,

si se muerde las uñas o si se muerde los labios,

si ve televisión o si escucha la radio,

o si es nuevo o ya lleva muchos años.

No me importa si es el campo o la ciudad,

nada de eso me molesta la verdad,

me da igual sea cual sea el sentido,

solo me interesa que pueda seguir mi camino.