viernes, 13 de noviembre de 2009

Bombardeo.

Es inevitable,
saber que el corazón
ha guardado,
lo que uno no desea, por alguna razón.
He esperado,
miles de millones de años,
a que alguien encienda la luz,
a que alguien me borre ésta cruz.
Mantuve tu recuerdo,
aquí, protegido del viento,
de las tormentas, del tiempo,
de todos los acechos.
Pero éste me falló,
por dentro me comencé a pudrir,
y finalmente lo logró,
y lo peor es que nunca se quiso ir.
Ganaste, lo conseguiste, sí,
pero yo no me he rendido,
a pesar de que hay bombardeos de tí,
y de que tengo el corazón herido.
Caminé sin sentido,
sin dirección,
sin fuerzas ni destino,
y sin ninguna otra elección.
Tú, que has contaminado mi mente,
que te has llevado todo de mí,
sobre todo lo más sorprendente,
ahora no encuentro un fin.
Yo, que suelo ser indiferente,
pero ésta vez perdí por mucho,
estoy sola entre tanta gente,
y ya olvidé lo que era mío y lo que era tuyo.
Nosotros, nos declaramos en guerra,
todo desde el principio,
y no existe ninguna tregua,
si el dolor es infinito.

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