domingo, 11 de octubre de 2009

D.N.I. (Difícil Noción de Identidad)

¿Qué eres?
Preguntaste luego de mucho tiempo.
Puedo ser lo que más temes,
puedo ser lo que más quieres,
el resto se lo lleva el viento.
No soy yo desde hace unos meses,
eso puedo asegurártelo, no miento.
¿Quién soy?
Podrías respondérmelo tu mismo.
Lo que fui ayer ya no existe hoy,
lo que pensé que era resultó ser un espejismo.
Y ahora que he perdido la identidad,
ya ni siquiera sé a dónde voy,
¿Por qué es tanta la soledad?
Quisiera que alguien al menos me dijera en dónde estoy.
Puedo ser un ángel que no ha llegado al paraíso,
puedo ser un árbol que hechó raíces en el lugar equivocado.
Puedo ser un demonio que se quedó atrapado en el limbo,
puedo ser un reloj que se ha quedado estancado.

¿Qué piensas hacer?
No sé, no tengo todas las respuestas.
Aprendí a caminar pero jamás el camino para volver.
Si hallara las instrucciones para una vida correcta,
hace tiempo que estaría en mi lugar de vuelta.
Pero todo es tan difícil, y tan imposible,
a veces parece que la misma situación nos hunde.
A veces está todo tan claro que es inconfundible,
y a veces ni siquiera podemos distinguir nuestros propios derrumbes.
¿Vas a cambiar?
Por supuesto, siempre lo he hecho,
basta con que una tarde de lluvia me siente a imaginar.
Pero diría que siempre me reinvento por dentro,
en mi cuerpo, todo surge exactamente en el centro,
y me consume hasta que ya no soy igual,
hasta que ya se haya escapado todo el mal,
o hasta que se interne y espere al que me vuelva a transformar.
Espera, larga espera,
todo es lo mismo hasta que surgen nuevas ideas.

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