miércoles, 1 de junio de 2011

Sweet surrender.

Fue perdición,
de la más dulce y estúpida.
Fue tentación,
de la más prohibida y poco lúcida.

Lo mío fue raro,
de repente y sin aviso previo.
¿Lo mejor? No cobré caro,
no perdí por ningún precio.

Tal vez sometí mi corazón,
al más puro y simple dolor.
Sí, de hecho fue una donación,
al terrible monstruo llamado amor.

Lo mío fue sufragio,
apostar a un solo hombre.
Lo mío fue naufragio,
en mares a tu nombre.

No hay comentarios:

Publicar un comentario