miércoles, 20 de enero de 2010

Los cuadernos de Mía (II).

Esta entrada sirve como preámbulo de la historia de ayer. Como ya dije "Los cuadernos de Mía" fue un cuento asignado para un trabajo de literatura, a fines de Noviembre del año pasado. La consigna era escribir una historia que hable sobre alguien demente; la verdad es que no fue fácil (no es algo sobre lo que me guste escribir) y también tengan en cuenta que el final es bastante triste y eso es algo que tampoco me atrae en un cuento, pero no tuve mucha opción, las historias de personas con trastornos mentales no son muy alegres que digamos. Igualmente, terminé la historia y entregué el trabajo en tiempo y forma.
Una semana más tarde me entregaron el trabajo de vuelta. Cuando lo abrí, descubrí un 8 de nota pero no encontré ninguna corrección asi que fui a preguntarle a mi profesora cuál era el error.
Me sorprendió su respuesta de que el motivo de esa nota era porque consideraba que el cuento no podía haber sido escrito por mí si no por alguien más. Me contuve y sólo respondí que la historia si era mía y que nadie me había ayudado.
No guardo rencores contra la profesora, es más, al final terminé sacando de algo malo un punto positivo (un 8 tampoco es tan mala nota). Me molestó un poco al principio, sí, pero lo acepté y decidí tomarlo como un cumplido, dentro mío sabía que yo sola había escrito el cuento.
Como dije, no es nada del otro mundo lo que pasó, pero para mí hace a esta historia algo especial. Porque me demuestra que tal vez sí tengo capacidad en el juego de las palabras, y, que si una historia la cuál no me sentí muy a gusto escribiendo fue considerada buena, se que puedo hacer más, mucho más.

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