Y yo que planee la vida y esta se dio vuelta rotundamente.
Aprendí que lo mejor viene de golpe, llega sin avisar y se va dejando huellas;
que no hay que intrincar tanto nuestra mente,
que los instintos son para ser seguidos y para perderse cual estrellas.
La vida es un eterno capricho del destino, es pura sorpresa y la mejor manera de sumergirse es afrontar los riesgos, aún conociéndo las consecuencias.
ResponderEliminar