Fue perdición,
de la más dulce y estúpida.
Fue tentación,
de la más prohibida y poco lúcida.
Lo mío fue raro,
de repente y sin aviso previo.
¿Lo mejor? No cobré caro,
no perdí por ningún precio.
Tal vez sometí mi corazón,
al más puro y simple dolor.
Sí, de hecho fue una donación,
al terrible monstruo llamado amor.
Lo mío fue sufragio,
apostar a un solo hombre.
Lo mío fue naufragio,
en mares a tu nombre.
29 de noviembre de 2016
Hace 4 años
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