-¿Y por qué llevaba esa mirada?
- Nadie sabe el motivo de esa mirada fantasmal, perdida, triste. Algunos, los que la conocen mejor, dicen que tuvo un pasado difícil, pero nadie la conoce a fondo como ella debe conocerse.
Nadie puede hablar por nosotros. Una vez charlando, le pregunte sobre el paradero de su sonrisa, a lo cual ella respondió "Se fue, hace tiempo, la sigo esperando, pero ella no da señales de vida, le escribo cartas, la llamo por teléfono, pero nunca responde. Ella es como uno de esos amores de las películas, con escapadas dramáticas, paisajes hermosos, sentimientos extremos y espontáneos,
felicidad absoluta y
amargura profunda, diálogos inteligentes, protagonistas bien parecidos, banda sonora tranquila, un cliché de trama, un vestuario excelente y bien elegido,
pasión incontrolable... pero que en el medio, aparece el aparente final triste, que no es final sino el nudo, porque estas películas siempre tienen finales felices, donde los dos protagonistas se vuelven a encontrar y viven juntos para siempre. Me gusta pensar que mi sonrisa y yo estamos en pleno nudo, y que pronto llegará ese final feliz de película. Pero no, nunca aparece y no hay señales de que lo haga. En cambio, tengo esta mirada, porque a falta de sonrisa para expresar los sentimientos lindos, tengo esto que expresa lo que realmente siento. Esto mezclado con el pensamiento que te dije recién, hacen que nunca pueda volver a ver mi sonrisa. Es un
círculo vicioso, porque la quiero ver pero pienso y no la puedo ver. Es una lucha interna que no se la deseearía a nadie, porque ¿sabes?
No hay nada peor que perder la sonrisa.
Obviamente, nunca pierdo las esperanzas de volver a verla, de sentirla estirándose en mi rostro, y acompañada de una risa sería un lujo; nunca dejo de pensar en mi final de película junto a mi sonrisa, pero la espera se hace larga.
¿Quién fue el que inventó los finales felices?"